Todas esas cosas que nunca sería capaz de decirte pero que así son más verdades de lo que son..

Todo el mundo tiene miedo. Miedo a complicarse,a implicarse y querer. Esconder el corazón tras mantas resulta sencillo, aunque la cosa se complica cuando dos grandes ojos marrones aparecen sin pedir permiso. Son esos que están bien abiertos cuando los párpados de los demás se cierran, cuando nadie te observa y todo parece perdido. Dos meses han pasado desde el primer beso, la primera mirada en la que se podía descifrar algo más que amistad sin ese pánico al rechazo. Ha demostrado estar a la altura, aunque muchas veces hasta él mismo dude de su capacidad de aguante, es él el que aparece cuando todos desaparecen, el que entra por la puerta cuando todos los demás están saliendo movidos por la perturbación y la duda. Él es quien pinta los días haciendo que desaparezca el terror y llegue la tranquilidad. Que mi felicidad sólo tiene un nombre.