sábado, 22 de octubre de 2011
Eso de que uno viva no es tan solo respirar..
Cada orquídea se parece a un determinado insecto, así que el insecto se siente atraido por esa flor, su doble, su alma gemela, y no hay un anhelo mayor para él que hacerle el amor. Cuando el insecto se aleja, divisa otra flor alma gemela y le hace el amor, pero, ¿cómo van a saber ellos que gracias a su danza el mundo sigue girando? Y así es, por el simple hecho de hacer lo que estan llamados a hacer ocurre algo grande y magnífico. En ese sentido nos enseñan a vivir, nos enseñan que el único barómetro que tenemos es el corazón, que, cuando descubres tu flor, no puedes dejar que nada te aparte de ella...
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