jueves, 26 de mayo de 2011

Gracias por darme la vida ♥

Y después de otro año, llega el 27 de Mayo. ''¿Y qué tiene de importante?'' os preguntaréis. En verdad es un día como otro cualquiera pero para mí es de los más importantes, en especial el de este año 2011 porque cumplo 18 años.
Y la importancia no la tiene el hecho de los años que cumplo, ni que pueda comprar alcohol, o tabaco, o creerme mayor. Es importante porque estoy dando un paso grande, importante. Me paro y miro a mi alrededor, el presente, que me encanta tal y como está: voy a pasar mi día con las personas a las que más quiero. ¿Qué mas puedo pedir? Nada, absolutamente nada más. No quiero regalos, solo quiero que esas personas estén ahí regalándome su sonrisa, quiero que me digan algo bonito y me hagan llorar. 
Me siento melancólica, no sé por qué. Pero me apetece agradecer a Marta, Raquel, esos 18 años que llevamos juntas. Toda mi puta vida, compartida con ellas... eso, eso es lo más grande que podría tener nunca nadie. Quizá penséis: ''bah, todos decimos eso de alguien''. No. Puedo asegurar que nadie se siente más dichoso, feliz, de tener a esas personas en su vida.

Olores que te traen recuerdos, canciones que te transportan a lugares pasados, palabras que te llevan a acordarte de momentos importantes... Emociones que se bifurcan, sentimientos que nacen, palabras bonitas, amistad, diversión, locura... Al fin y al cabo los dieciocho es como cualquier otra edad no? Sigo teniendo a la gente que quiero tener para siempre, e incluso cuento con otras personas que han conseguido hacerse un hueco dentro de mí, y que dudo mucho dejen algún día. Mis amigas, por las que daría la vida si fuera necesario. Esas personas que saben perfectamente quienes son, que saben sacarte una sonrisa hasta en los momentos más inoportunos. Esas por las que sería capaz de lo que fuera, hasta de lo imposible. 

Y a pesar de toda esta alegría y felicidad extasiante (que lleva nombre y apellidos), las preocupaciones asoman la cabeza por doquier. Exámenes, estrés, agobio, obligaciones, más obligaciones, y más, y más... Nunca me había parado a pensarlo pero he llegado al final de un camino, que no es sino el comienzo de otro. Como en muchos viajes te encuentras con dos senderos, en este caso miles más. No sé cual elegir, siento que si elijo uno pueda equivocarme; miro en otra dirección, me gusta pero alguien le pone pegas. Entonces piensas, y te das cuenta de que puedes y debes elegir por ti misma, que puedes equivocarte, pero quien no arriesga no gana. Y con el tiempo te das cuenta de que solo puedes aprender de la vida equivocándote por ti misma. No puedes evitar sufrir, pero el dolor puede ser más llevadero con esa gente

Mil millones de trillones de vidas me faltarían para decir lo mucho que significan en mi vida. Para muchos la felicidad es dinero, poder, tener mucha ropa, muchos coches, muchas chicas, muchos amantes, ser popular... para mi la felicidad, es mi familia, mis amigos,  y en especial Marta. No sé desde qué día tenemos ese vínculo tan fuerte, solo sé que si la pasa algo, la vida me va en ella.

No me voy a extender más porque las lágrimas se resbalan y luego me va a doler la cabeza. Ya solo me queda agradecer a toda la gente que siempre va a estar ahí, y por las que siento un amor incondicional.
Siempre, eternamente. Incluso esas palabras se quedan cortas.

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