miércoles, 2 de noviembre de 2011

Y si tu me das una sonrisa, te doy lo que tu quieras...

Él era un traficante de sentimientos. Jugaba con ellos como un niño con una pelota. Pensarás que estoy hecha de cartón; o quizás de piedra. Pero no. Que va. A veces deseo no separarme de ti y otras, en cambio, te odio con todas mis ganas. Y créeme, si fuese por mí, te compraría un billete de avión para mandarte a dios sabe dónde. Y sería yo la que te llevaría al aeropuerto. Y allí, cuando estuvieses a punto de salir, te diría todo lo que siento. Te haría sentir culpable; te maldeciría y me pondría a llorar de rabia. Y... te haría saber que te necesito. Después te besaría sin importarme lo que piensen. Y después.. después te compraría el billete de vuelta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Di lo que estás pensando: